
La depresión, reconocida mundialmente como un trastorno del comportamiento con múltiples aristas, tiene un impacto que trasciende barreras culturales, sociales y económicas, consolidándose como una temática constante en la agenda de salud pública global. Cristina Hincapié, psicóloga de la Universidad de Antioquia con más de 16 años de experiencia y especialista en clínica, arteterapia y salud mental en víctimas del conflicto armado, ofrece una perspectiva experta sobre este desafiante trastorno.
Tristeza no es igual a depresión
A menudo se confunden la tristeza y la depresión, pero Cristina aclara que esta última va mucho más allá de un sentimiento momentáneo. “La depresión es una desconexión con la vida, una pérdida de sentido que transforma el día a día de quienes la padecen”, explicó. Cambios en los hábitos, el sueño, el apetito y una incapacidad para disfrutar lo cotidiano son algunas señales de alarma.
Existen depresiones agudas, que surgen ante eventos específicos, y crónicas, que pueden persistir durante años. Además, sus manifestaciones son diversas: desde la depresión postparto, cada vez más visibilizada, hasta casos vinculados a problemas biológicos como disfunciones tiroideas o el impacto del uso de anticonceptivos. Esto refleja que no existe una única causa para este trastorno, sino una compleja confluencia de factores biológicos, psicológicos y sociales.
En términos de género, la psicóloga destaca una preocupante realidad: los hombres presentan mayores tasas de suicidio. “Esto se debe, en parte, a las barreras sociales que los llevan a reprimir sus emociones y a no buscar ayuda”, señaló. Por el contrario, las mujeres suelen mostrar mayor apertura hacia los temas de salud mental, lo que facilita el diagnóstico temprano y la intervención.
Prevenir la depresión en las primeras etapas de la vida
La depresión en niños, niñas y adolescentes plantea desafíos particulares. En los más pequeños, las emociones se encuentran en su estado más puro, y los cambios de comportamiento suelen ser indicativos de algo más profundo. “Está científicamente comprobado que la depresión no es una condición con la que se nace, pero resulta esencial distinguir entre la introversión y los síntomas depresivos”, advirtió Cristina. En este proceso, los cuidadores juegan un papel determinante al validar las emociones de los niños, escuchar sus inquietudes y guiarlos en el manejo de sus sentimientos.
En los adolescentes, la situación se vuelve más compleja debido a los cambios hormonales, las dinámicas interpersonales y la presión social. Factores como el consumo de sustancias, el uso excesivo de redes sociales y las dificultades para hablar abiertamente sobre temas como la identidad de género pueden agravar aún más el problema.
Un trastorno que no discrimina
La depresión afecta tanto a los más ricos como a los más pobres, y no siempre es necesario un acontecimiento trágico para que alguien la experimente. “Es un trastorno que puede manifestarse en cualquier momento y contexto”, señaló Cristina, desmitificando la idea de que solo quienes han vivido traumas profundos son susceptibles a esta condición.
Además, trastornos de salud mental relacionados, como la bipolaridad maníaco-depresiva o los trastornos de la conducta alimentaria, evidencian cómo la depresión se entrelaza con otras problemáticas, amplificando su impacto en quienes la padecen.
El camino hacia la sanación
Para Cristina, enfrentar la depresión comienza con romper el silencio que la envuelve. “Hablar del tema, perderle el miedo y buscar ayuda especializada son claves para el bienestar”, afirmó, enfatizando la importancia de gestionar las emociones de manera consciente. Actividades como la escritura, construir una red de apoyo o simplemente reconocer y validar lo que se siente pueden ser pasos significativos.
Cristina subrayó que cada caso es único y requiere un enfoque personalizado. Iniciativas como los programas gratuitos de prevención del suicidio ofrecidos por la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia son recursos valiosos para quienes necesitan orientación o carecen de medios para acceder a un especialista.
Superar la depresión va más allá del bienestar individual; implica construir una sociedad donde expresar emociones sea parte de lo cotidiano y donde el apoyo esté al alcance de todos. Esto exige normalizar el diálogo sobre salud mental, erradicar estigmas y entender que buscar ayuda no representa debilidad.
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