Sin ningún complejo, Olga Patricia Llano Obando se declara lesbiana feminista. Viene del Movimiento Social de Mujeres, ha estado en grupos juveniles desde los diez años. Se crió en el sector de la Isla en el barrio Popular de Medellín, pero su juventud la vivió en Robledo Villa Sofía, donde integró hasta grupos misioneros
“Nos íbamos a hacer misiones por los pueblos de Antioquia. Luego formamos un grupo juvenil y ambientalista que se llamaba Ecovida, de ahí conocí un proceso organizativo de ciudad que se llamaba La Red Juvenil de Medellín, en el que estuve 20 años y me formé políticamente”.
Ha estado muy activa en los procesos de defensa de las mujeres, y de la población de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales, LGTBI. Es investigadora judicial, profesional en criminalística y abogada. Ella tiene más títulos que un periódico porque le ha gustado estudiar y la prueba de eso, es que cuenta también con una especialización en derecho penal y otra en justicia de género, además de muchos otros pergaminos académicos que la llevaron a ejercer, desde hace un año, el nuevo cargo de gerente de las diversidades sexuales e identidades de género en Medellín. “Soy muy social y he sido amante del derecho penal porque amo la libertad”.
Olga Patricia compartió con la Corporación Interactuando con la 9 un completo diagnóstico de la población que lidera en la capital de Antioquia y habló de los logros y de los retos que ha tenido que afrontar en ese cargo, en el que pasó de lo social a lo estatal.
¿Cómo nació ese nuevo cargo que usted ostenta como gerente de las diversidades sexuales e identidades de género en Medellín?
Esta dependencia de la Alcaldía de Medellín nació como producto de una lucha social y política del movimiento LGTBI, y que ha sido histórica en reclamarle al Estado el derecho fundamental de ser parte de la canasta básica y de no estar arrinconados esperando lo mínimo, sino de tener un lugar de mayor incidencia. En ese ejercicio, el año pasado el alcalde de la ciudad, Daniel Quintero Calle, escuchó ese reclamo que nuestra población le venía haciendo a las anteriores administraciones, pero que no le pusieron cuidado, entonces creó la gerencia de diversidades sexuales y también la de etnias como dos apuestas fundamentales para la inclusión y para reconocer el papel y el lugar político que tienen los sectores marginados y vulnerados, como lo han sido los afros, los indígenas, la población LGTBI y todas sus disidencias sexuales.
¿Cuáles son las funciones de la gerencia de diversidades sexuales e identidades de género?
Garantizar los derechos de la población LGTBI y acercarles toda la oferta institucional, así como eliminar todas las barreras que se puedan generar en sus vidas alrededor de la identidad de género y de la orientación sexual, esas son nuestras apuestas fundamentales, pero además, generar una articulación con las demás dependencias de la Alcaldía de Medellín para que cada acción que desarrollen tenga el enfoque diferencial; eso implica que cada acción cuente con una mirada crítica frente al papel que tiene la población LGTBI en determinadas decisiones gubernamentales; por ejemplo, si vamos a hacer una renta básica debemos determinar cuántos de la población LGTBI harán parte de ésta, si la Secretaría de Desarrollo Económico saca unos estímulos para el emprendimiento, cuáles de esos beneficios pueden ayudarnos. Hay una oferta importante que es la básica de derechos que maneja la Secretaría de Inclusión Social, Familia y de Derechos Humanos, pero no es nuestra única fuente, porque estamos desde las TIC, que hacen parte de la Secretaría de Innovación Digital, entonces los Valles del Software van a tener gente capacitada que sea de nuestra población LGTBI y otros que se van beneficiar de esos conocimientos.
Otra de las funciones es crear estrategias para ampliar la oferta laboral hacia nosotros, ahí uno de los métodos iniciales fue sensibilizar a las distintas dependencias de la Alcaldía de Medellín sobre la importancia de contar con la población LGTBI en sus áreas de trabajo, ahora tenemos gente en todas las entidades que componen el gobierno local, el 50% del personal de planta es de la población LGTBI y de los contratistas hay un 80%, a eso le podemos añadir que tenemos representación de toda la sigla.
¿Qué diagnóstico hace del bienestar de la población LGTBI en Medellín?
La población está muy mal, hay muchas personas que están desempleadas, la pandemia les dio muy duro, pero es una condición de la ciudad. Vamos muy bien porque sigue en proceso la reactivación económica, las empresas volvieron a contratar, los negocios abrieron y muchos de los miembros de la población LGTBI son parte de esa reactivación, pero de todas formas acá hay un problema histórico. A mí me da risa cuando dicen que se ha agudizado, no se ha agudizado, esta pandemia ha sido muy terrible para todos y el mundo entero ha vivido esos estragos, Medellín no ha sido la excepción. Vamos en un proceso que implica mucho más trabajo, que haya más apertura de las empresas y que puedan propiciar espacios dignos para que nuestra población trabaje, porque si lo hacen obviamente sus condiciones de vida van a cambiar y podrán satisfacer sus necesidades, pero acá conocemos personas de la población que de verdad, están en mucha precariedad.
Necesitamos que la sociedad y el Estado conversen y aporten para que el problema de la marginalidad se acabe, porque no es exclusivo de esta época, el no incluir a ciertas poblaciones en la sociedad ha sido histórico y estructural y cada vez se agudiza más. Nosotros sí tenemos políticas para que las personas de la población LGTBI puedan tener acceso a los derechos, pero éstas no estaban antes, se ha avanzado en ese aspecto, pero falta muchísimo.
No se pierda próximamente la segunda parte de esta entrevista que estará disponible para nuestros lectores en la plataforma virtual Más Comunicación de la comuna 9 de Medellín.
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